Se esperaba con ansias el duelo entre el Real Madrid y Barcelona, de Cristiano Ronaldo y Messi, un encuentro que sería podría resultar decisivo en la liga. En un inicio, Guardiola sorprendió colocando a Alves por derecha, decisión cuyo único objetivo parecía enfrentar a Puyol con Ronaldo. Sin embargo en la segunda mitad Pep
regresó a su esquema habitual.El acostumbrado control de los blaugrana comenzó a desesperar a los merengues. Cristiano Ronaldo, clave para el Madrid, no fue capaz de liderar a los suyos hacia el éxito, chocando siempre con un implacable Piqué, quien eliminó cualquier intento de la pieza más desequilibrante del Real Madrid.Pellegrini pareció haber tardado mucho en pensar los cambios y los puso en efecto cuando ya Pedro había sentenciado el encuentro a favor de los del Barsa. El triunfo fue dirigido por una excepcional actuación del conductor Xavi y coloca a los de Guardiola con tres puntos de ventaja en la tabla restando siete partidos.
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